Un estudio afirma que el HIIT puede reducir un 72% el riesgo de sufrir un cáncer metástico.
Un estudio de la Universidad de Tel Aviv, publicado en la revista Cancer Research, desmiente anteriores estudios que afirmaban que el ejercicio podía reducir el riesgo de cáncer hasta un 35%, y llega a la conclusión de que el HIIT o ejercicio de alta intensidad, puede llegar a reducir hasta un 72% la posibilidad de sufrir esta enfermedad.
¿Pero, cómo? El ejercicio de alta intensidad modela nuestro cuerpo creando una especie de escudo metabólico que evitaría la progresión del cáncer.
Concretamente, el ejercicio hace que aumente la cantidad de receptores de glucosa en los órganos internos, haciendo que éstos actúen como músculos y compitan por conseguir glucosa. Este echo hace que haya una reducción de disponibilidad de energía en estos órganos, hecho fundamental para la propagación del cáncer.
Además, tal y como afirma el profesor Carmit Levy, no solo no se propaga el cáncer, sino que “el tumor principal también reduce su tamaño”.
Por todo eso, es muy recomendable incluir algún tipo de deporte en tu estilo de vida y, si puedes, mucho mejor si se trata de un deporte de alta intensidad, que te haga trabajar de forma aeróbica.